De ansiedad y otras cosas.
Un escalofrío fuerte. Las piernas me pesan y noto que apenas puedo respirar. Es una sensación tan extraña que me cuesta identificarla.
[Pero no es la primera vez, solo que suelo borrar estos momentos de mi mente]
Los corrientazos recorren mi espalda de arriba para abajo y viceversa. Solo deseo que paren, pero no hay nada que pueda hacer.
Es como un castigo. Una aparente advertencia. Un llamado de atención al cual debo responder. Se enciende el compresor de la nevera, luego el del aire, suena una puerta…
¿Acaso esto no se va a detener?
No logro entender nada. Todo fue tan de golpe. Lo único que alcancé a hacer fue levantarme, mirar a mi alrededor, verificar que la puerta estuviera bien cerrada y volver a la cama con la intención de dormir, pero con la acción opuesta de revisar todos mis correos y dar respuesta «lógica“ a eso de las 2 y tanto de la madrugada.
¿Acaso existe algo de lógico en esto?
Siento miedo, angustia, ansiedad y hasta desesperación. Pero llego a creer que es normal, que es parte del proceso y que sólo debo vivirlo y dejarlo allí. Sin intentar controlarlo, pues si no me opongo seguro fluirá mejor y terminará yéndose.
Mi mente no logra pensar claro. Estoy mezclando en pequeños flashbacks momentos de esta última semana con momentos del día. De hecho no sé si son realidad o fantasía, no alcanzo a distinguirlos y me hacen dudar más de mi y mi capacidad mental en este momento.
Estoy viviendo en un enredo que no es normal. Calculando diferencias horarias entre 5 países…y tratando de encontrar respuestas que ni yo sabía que necesitaba.
A esto hay que sumarle las personas…
Todas esas que de alguna forma están relacionadas conmigo en este momento. Sus actitudes, sus miedos, sus reclamos y su control, ese que me produce picazón, así que todo empeora.
Ahora además estoy mezclando en mis pensamientos lo que interpreto de lo que ellos me dicen, lo que me hacen sentir, lo que puedo manejar y lo que me supera.
Son ya las 2:47am, mi vista no anda bien, la batería del cel está a punto de agotarse y yo solo deseo dormir, pero no puedo…
Porque bastó con que me dispusiera a hacerlo para que otro compresor se encendiera y esto le dio pie a mi cabeza para volver a pensar.
Ahora en el tiempo que falta para huir de aquí a mi próximo destino.
Necesito paz, silencio y tranquilidad. Necesito huir de mí.
P.D.: y en momentos como este es cuando me lanzo en mis mundos paralelos como se lanza un buzo al agua. De espalda.